Tatuadores, seguridad en la piel de tus clientes y en tu patrimonio
Bien si ya tienes un negocio en marcha, o si estás en pleno proyecto de apertura, es muy importante tener en cuenta qué seguros son los importantes, y cuáles los imprescindibles, para proteger tu patrimonio en caso de un siniestro o reclamación.
En el mundo de la estética, y concretamente en el de los tatuadores, contar con un seguro de responsabilidad civil profesional es más que recomendable por los riesgos que conlleva trabajar directamente con personas.
Esa responsabilidad civil, recogida en el Capítulo II, artículo 1.101 del Código Civil señala que “quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquéllas.” A efectos prácticos, si un cliente tuyo sufre un daño o perjuicio como consecuencia de haberle hecho un tatuaje, o cualquier otra especialidad que trabajes, te puede plantear una denuncia a la que tengas que hacer frente.
Si no tienes seguro de responsabilidad civil contratado deberás hacer frente a los gastos de defensa y, si así fuere, a una posible indemnización a la que deberás responder con tu patrimonio personal, si eres autónomo, o con el de tu empresa. Reflexiona este punto, cómo te afectaría una posible reclamación sanitaria por parte de un cliente ante hechos que no puedes controlar al cien por cien, por ejemplo una alergia grave de un cliente como consecuencia de haberle tatuado con una tinta en mal estado o una infección provocada por la colocación de un piercing,… Como tatuador mejor que nadie conoces los riesgos de tu día a día. Está en juego tu medio de vida, no te la juegues.
Si eres autónomo o tienes una sociedad y te dedicas al tatto, anillados, eliminación de tatuajes, micropigmentación,… en Kalibo y en elgurudelosseguros.com te ofrecemos un producto asegurador especialista para tu actividad, un seguro de responsabilidad civil profesional para tatuadores. Podrás trabajar en tu centro de tatuajes con la tranquilidad que supone que, en el caso de una reclamación de un cliente, fundada o no, los gastos de defensa y eventual indemnización serán asumidos por la compañía, hasta el capital contratado.